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Aparecido en la Revista „Paracelso“,
8/VI 2009 (Pagina 36-40), 9/VI 2009 (Pagina 38-43)
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La misteriosa memoria del agua, así como
su asombrosa capacidad para recibir vibraciones cósmicas,
tienen una causa común: el orden extraordinario de sus moléculas.
Ellas se congregan formando los cuerpos “sagrados” platónicos.
Investigadores privados usan esto para “revigorizar” por
resonancia el agua muerta del grifo.
Von Ulrich Arndt
El secreto de la vida está escondido en el agua. No sólo
los mitos antiguos, las transmisiones esotéricas y las
investigaciones alternativas sobre el agua también lo
sostienen. Esta afirmación también coincide con
el estado de progreso del conocimiento médico. El Dr.
Alexis Carrel reconoció que, “la célula es
inmortal. Sólo el líquido en el que la célula
nada, está sujeto a procesos degenerativos,” descubrimiento
que fue especialmente significativo para la ciencia médica
de su época y pudiera ser más significativo aún.
Por la prueba de laboratorio de éste descubrimiento, Carrel
recibió el Premio Nobel de Medicina en 1912. Según él,
la precondición para la “vida eterna de la célula” es
que el líquido extra-celular sea renovado regularmente,
dependiendo de la nutrición y de la eliminación
de los residuos metabólicos. Los científicos confirmaron
exactamente este principio básico.
No toda clase de agua puede garantizar vida eterna para la célula.
La diferencia entre el líquido de una célula biológicamente
activa y el agua común y corriente, y por tanto el secreto
de la vida, consiste en su estructura física, en la disposición
espacial de sus moléculas – en resumen: su geometría.
Una alteración de este “orden” está conectada
con la enfermedad.
El reconocido biofísico Karl S. Trincher estableció que
los tumores empiezan por la destrucción de la estructura
del agua de la célula, o sea, en el agua intracelular.
Según la hipótesis de Trincher, el agua “no-viviente” se
origina dentro del agua “viva” de una célula.
Esto produce un estímulo permanente para que la célula
se divida. La consecuencia dramática: un tumor canceroso
empieza a crecer.
La estructura del agua es uno de los grandes secretos de la naturaleza,
que ha desconcertado a los expertos durante mucho tiempo. En
los colegios ya nos enseñan algo sobre su “anormalidad”.
El agua es la única materia de la tierra que se presenta
en tres estados de agregación: sólido, líquido
y gaseoso. Esto realmente contradice su fórmula H, O,
desde el punto de vista químico, porque consta de dos
gases, hidrógeno y oxígeno. Dada esta fórmula,
debiera ya hervir a una temperatura de menos 75 grados Celsius.
Pero en cambio se congela a esta temperatura y sólo se
funde a los cero grados. Con 100 grados, su punto de ebullición
es 175 grados más de lo que teóricamente debiera
ser. Conectado a esto hay todavía una “irregularidad” física
por la que las formas acuáticas vivientes pueden sobrevivir
a las temperaturas mínimas del invierno. Toda la materia
del mundo aumenta su densidad al descender la temperatura, excepto
el agua. Adquiere su máxima densidad a 4 grados Celsius.
Debido a esto, el hielo flota en la superficie de los lagos y
los peces y demás animales pueden “hibernar” en
el fondo.
Por lo menos para esto, la ciencia ha encontrado una explicación.
Las moléculas individuales se unen en largas cadenas o
redes, llamadas “grupos o clusters,” que son la causa
de la anomalía. Aproximadamente 700 moléculas de
agua se congregan estructuralmente a una temperatura de cero
grados Celsius. A una temperatura ambiental, hay 400 moléculas
y a 100 grados todavía hay 50. Estos enlaces están
en un constante proceso de disolución y re-formación.
Recientemente fue descubierta otra espectacular característica
de estos grupos: Pueden unirse en formas geométricas regulares
aún más grandes –aunque no en formas caprichosas,
sino en los cinco conocidos “cuerpos platónicos”*:
tetraedro, cubo (hexaedro, estrella- tetraedro), octaedro, dodecaedro
e icosaedro (cuerpos limitados por 4, 6, 8, 12 y 20 caras). Así,
una sola molécula de H O -con cargas de hidrógeno
y oxígeno forma un tetraedro pequeñito. Hace poco
tiempo, un grupo de investigación dirigido por A. Welfort-Castleman
Jr., un especialista de química física de la Universidad
de Pensilvania, logró probar que los tetraedros del agua
pueden formar estructuras dodecaédricas de veinte moléculas
similares al modelo de una pelota de fútbol. De esta manera
se forman moléculas complejas y más estables –una
especie de cristal líquido, que, como lo pudo demostrar
Castleman Jr., podrían mantenerse estables aún
en el vapor.
*Las formas que consisten en áreas uniformes (como cuadrado,
triángulo o pentágono) y donde siempre hay el mismo
número de bordes uniéndose en los mismos ángulos
en las esquinas, son llamados cuerpos platónicos. Si se
coloca una esfera alrededor de un cuerpo así, sólo
sus esquinas tocan la superficie esférica; la parte de
adentro de la esfera sólo toca el cuerpo en el centro
de las áreas individuales.
El Profesor Cyril W. Smith, investigador del agua
y del smog electromagnético de la Universidad de Salford,
piensa que es posible que haya más “super-retículas” estables
(súper-estructuras). Él supone que la sucusión
homeopática o el tratamiento con campos magnéticos
forman, entre otras, “estructuras espirales de cinco puntas,
grupos dodecahédricos.” En estas estructuras las moléculas
de agua con forma de dodecaedro adquieren la forma de un collar
de perlas en espiral. Mientras más alto el contenido de
agua, más complejas serán las estructuras que se
forman. En 1995 el Profesor Lande de la Universidad de Berkeley,
California, logró probar la existencia de tales estructuras, “las
buckyballs”.
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Keplers planetary model
with nested platonic bodies |
La parte más emocionante: los hallazgos físicos más
avanzados y el profundo conocimiento esotérico de los “cuerpos
sagrados” de la geometría sagrada y las enseñanzas
correlativas de las armonías, se encuentran aquí.
Hay cinco estructuras espaciales consideradas como las imágenes
de las dimensiones y armonías sagradas, y por lo tanto de
la energía divina, en las escuelas esotérico-filosóficas
influenciadas por Pitágoras y Platón. Están
relacionadas con cada uno de los cinco elementos –fuego (tetraedro),
tierra (cubo), aire (octaedro), éter (dodecaedro) y agua
(icosaedro).
El astrónomo Johannes Kepler, quien descubrió las
leyes de los movimientos planetarios, era consciente de los simbolismos
sagrados de estos cuerpos. En su investigación matemática
de las “armonías expansivas,” él relacionó a
ciertos cuerpos platónicos con las distancias medias entre
el sol y los planetas. De acuerdo a esta hipótesis el movimiento
de los planetas no sólo está conectado con ciertos
cuerpos platónicos -cuasi “figuras vibrantes”– sino
también con ciertas frecuencias y sonidos a través
de los tiempos respectivos de circulación. Similarmente,
las diferentes enseñanzas esotéricas suponen una
influencia de dichas vibraciones planetarias en la creación
terrenal. Esto tiene lugar según la ley de resonancia, tal
como se conoce de las enseñanzas de Hermes Trismegisto y
de la música, y de su manifestación mediante la resonancia
de varios sobre -tonos cuando se toca una cuerda.
Los investigadores alternativos suponen ahora dicha capacidad cósmica
de resonancia, en las características del agua, a través
de las vibraciones de figuras resonantes de forma similar, esto
es, de los cuerpos platónicos y sus cualidades electromagnéticas.
La ciencia ha demostrado hasta el momento, que el agua recibe influencias
específicas de las constelaciones planetarias, como también
del sol y la luna. De la misma manera, ha sido demostrada la existencia
de vibraciones planetarias aún desconocidas, que presuntamente
contienen una clase especial de electromagnetismo.
Es pasmoso observar cómo el agua responde a influencias
vibratorias específicas. Por décadas, la investigación
del médico y naturalista Suizo Hans Jenny, ha demostrado
la increíble diversidad de formas que pueden ser generadas
a través del impacto de diferentes frecuencias en un líquido.
De esta manera, una gota de agua o el agua en una vasija bajo ciertas
vibraciones forma -entre otros– tetraedros y dodecaedros,
o modelos comparables de tres o cinco lados simétricos.
Estos continúan en dimensiones más pequeñas
aún y pueden verse sólo bajo un microscopio, ampliados
varios cientos de veces, como se conoce de los famosos fractales
de la investigación del caos. Sin embargo, no está claro
si estos fractales, “resonancia de las formas” son
efectivos en un tamaño tan tremendo, o aún hasta
el punto de las fuentes de origen cósmicas.
Algunos especialistas han intentado utilizar el sorprendente fenómeno
de la formación de cuerpos platónicos para la vitalización
del agua, como por ejemplo la compañía Austriaca “Rayex” con
su “Conducto de Agua-activa” (Wateractive pipe) El
cuerpo hueco de quince centímetros de largo, envuelto alrededor
de la cañería, contiene ciertos minerales impresos
en forma de cuerpos platónicos e incorporados a una masa
de cemento. Durante ocho años el Vienés Dr. Gernoth
Graefe ha investigado la influencia energética de los polvos
de roca y del tamaño de sus partículas en las plantas,
los animales y los humanos. Con la ayuda de medidores de la presión
arterial, el pulso –y la frecuencia de la respiración,
la liberación de sustancias endocrinas, la resistencia de
la piel, las contracciones musculares, así como también
de exámenes kinesiológicos y de la minería
radiestésica, él descubrió que los minerales
pueden neutralizar la radiación electromagnética
y reducir el respectivo estrés resultante para los humanos.
Parece haber interacciones entre ciertas formas minerales y las
frecuencias electromagnéticas, similares a un transmisor
y una antena. Tratando el agua con “Rayex-Pipe,” uno
intenta usar este efecto para “imprimir” más
estructuras energéticas dentro del agua. Al mismo tiempo,
las substancias dañinas, que se almacenaban en el orden
energético más pobre, deberían ser eliminadas
con esta transformación molecular. No ha sido todavía
comprobado si las moléculas de agua se unen en geometrías
más complejas por medio del “Caño de Rayex” (“Rayex-Pipe”).
Actualmente, el agua “energetizada” está siendo
examinada en la Academia de Ciencias de Viena.
La autora germano-americana Bárbara Luetgebrune (Manual
de la Terapia de Flores de California) cree que el hecho de que
la energía divina o cósmica -la cual de acuerdo a
las enseñanzas esotéricas fluye en la materia a través
de las formas de los cuerpos platónicos- podría ser
usada directamente para energizar el agua. “Yo transmito
mentalmente conciencia pura dentro de un cristal de cuarzo, que
luego libera la energía para la purificación del
agua de grifo”, dice ella. Así, “El Agua de
la Transformación Universal”, como la llama Luetgebrune,
debe reinstaurar el equilibrio biológico y “mejorar
la integración dentro del orden divino”. Fotos microscópicas
(aumento 1:840) realmente muestran cambios: los cristales minerales
fueron disueltos en estructuras más pequeñas. No
existen pruebas adicionales.
Wolfgang Wiedergut, físico y jefe del grupo de investigación
para la Energía Libre “Bindu” en Graz, ha desarrollado
una teoría a través de la cual se puede explicar
la conexión misteriosa entre la estructura del agua, la “geometría
sagrada” y la energía. “La densidad específica
de la materia, así como la del agua, depende de la estructura
de su geometría interna. Cuando es estimulada por la energía,
la materia trata de reducir su superficie para poder retener la
energía durante largo tiempo. Esto conduce a la formación
de grupos (clusters) y formas geométricas más complejas”.
Inicialmente, las moléculas tetraédricas simples,
de baja energía se reformarían en formas octaédricas
más ricas en energía, en el agua que fluye y se arremolina
naturalmente. Si el flujo de agua se detiene, el agua vuelve a
su estructura tetraédrica. Esto está conectado con
el aumento de la superficie y la reducción de la densidad,
lo cual beneficia a la evaporación. Si las moléculas
de agua deben formar estructuras más complejas que los dodecaedros,
se debe abastecer al agua con más “energía
giratoria”.
La fuerza natural del movimiento de remolino, que se usa en diferentes
métodos de ”revitalización” del agua
(ver también parte 1 y 2), podría también
ser reemplazada a través de diferentes métodos de “energetización” e “información.” En
todo el mundo, sin embargo, en éste momento hay muy pocos
laboratorios especializados técnicamente equipados para
comprobar la geometría del agua. Otros análisis sólo
pueden dar una prueba indirecta: el grupo de investigación
Castelman en la Universidad de Pensilvania pudo demostrar que la
geometría del agua se forma alrededor de iones a los cuales
se adhieren las moléculas, de la misma manera que se adherirían
a un “centro de cristalización” eléctrico
incorporando además los iones al agua. Por ejemplo, esa
adherencia tan fuerte de los iones puede ser verificada por el
Análisis Biofotónico del Dr. Fritz Albert Popp y
sobre la base de la reducción de la tensión superficial.
Varios de los métodos presentados de “Revitalización
de Agua” han demostrado esto. Aún así, no está claro
si este efecto pudo haber sido causado por algo más que
una “geometría superior”. Por lo menos la unión
de las moléculas de agua puede ocurrir de acuerdo a “planes
de construcción” diferentes. En la Universidad del
Sur de California, Los Ángeles, se demostró que la
formación de grupos (clusters) deja pasar los rayos de luz
con un giro a la derecha o izquierda (polarización izquierda
o derecha), según que las formas geométricas rodeen
un ión cargado negativamente (giro a la derecha) o un ion
cargado positivamente.
Investigadores alternativos de agua creen haber encontrado la causa
por la que la capacidad del agua de girar a la izquierda o derecha
puede ser verificada con la ayuda de un tensor o un péndulo.
Ellos afirman que sólo el agua que “gira a la derecha” es
beneficiosa para la salud de la persona. También los manantiales
sagrados o de sanación casi exclusivamente “giran
a la derecha”. Sin embargo, no hay pruebas científicas
para ello. En el departamento de biofísica de la Universidad
de Salzburgo, los exámenes de laboratorio con fibroblastos
humanos (células de tejido conectivo reproducibles in vitro)
muestran que una evaluación global es cuestionable. En el
proceso – por lo menos en el ensayo de probeta – los
iones cargados positivamente (que hacen que el agua “gire
a la izquierda”) resultaron ser un “asesinos” efectivos
de las toxinas celulares, los llamados “radicales libres.” Todas
estas características todavía ampliamente inexploradas
no son sólo interesantes desde una perspectiva hidrológica
y esotérica, sino que tienen una influencia directa sobre
todas las personas, esto es, sobre la energía de sus células
y por lo tanto sobre toda su condición de salud, como fue
anticipado con el descubrimiento del Dr. Carrel mencionado al principio.
En su análisis de los cuerpos celulares y sus funciones,
los médicos y biofísicos han dejado de lado hasta
el momento al agua celular que es el 75 por ciento del contenido
de las células.
El Orden Sagrado II
Sin embargo, la misteriosa anomalía del agua
nos lleva a comprender por qué su inusual geometría
es tan importante para la vida “eterna” de las células:
Si uno quiere calentar agua en un grado, precisa una cierta cantidad
de energía. Sin embargo, si uno quiere calentarla de 36
a 37 grados Celsius, ha de añadir mucha más energía
de la habitual. Por lo tanto, esta temperatura forma un tipo de
barrera energética, la segunda será únicamente
1,5 grados más alta. A 37,5 grados, el agua posee la más
alta flexibilidad para volver a formar su geometría molecular,
de acuerdo al modelo teórico del reconocido biólogo
Kart S. Trincher. Exactamente, dentro de este rango de temperatura,
entre 36 y 37,5 grados, se encuentra la temperatura normal del
cuerpo de los humanos y de muchas otras criaturas de sangre caliente
(entre 36 y 42 grados Celsius). Esto quiere decir que la célula
del agua con esta temperatura puede responder más flexiblemente
a la energía suministrada a través de la “geometría” o
usar la energía almacenada en la geometría para procesos
metabólicos. ¿De dónde procede la energía
que puede causar esta restructuración en el cuerpo humano?
El Dr. Patrick Flanagan cree haber resuelto este problema. El investigador,
que a la edad de 17 años estaba considerado entre los 10
mejores científicos de los Estados Unidos, a los 19 años
había ya trabajado en el Programa Espacial Gemini de la
NASA y a los 23 años trabajó con delfines en el programa
militar de comunicación, ha inventado unos 300 descubrimientos
técnicos hasta la fecha. Durante aproximadamente 20 años,
ha estado intentando descubrir los secretos del agua. En otros
tiempos, el Dr. Henri Coanda, el padre de la hidrodinámica,
le había pedido que continuara el trabajo de su vida, esto
es, la investigación del efecto prolongador de la vida de
las aguas de los glaciares en el valle de los Hunzas en los Himalayas.
Con su mujer Gael Crystal, una conocida profesora universitaria
de nutrición, él descubrió el efecto energetizante
de ciertas micro partículas de esta agua en su instituto
privado de Sedona, Arizona.
Recientemente, Flanagan tuvo éxito con un método
giratorio de 33 fases (ver cuadro, Pág. 45) con el fin de
incrementar el “Efecto del Agua Hunza”. Los resultados
son unas gotas especiales, llamadas Micro-clusters (racimos) de
Flanagan “Cristal energy”, que pueden añadirse
a las bebidas. Se supone que transforma el agua purificada baja
en minerales, en una verdadera fuente de vida con efectos desintoxicantes,
activadores y armonizadores de la salud. La causa de este efecto
se encuentra en la “geometría sagrada”: De una
forma similar, el cuerpo humano precisa también de gérmenes
para la formación de sus estructuras líquidas diferenciadas,
como la sangre y el fluido cerebroespinal hasta la célula
y el líquido linfático, así como los iones
sirven como centros de cristalización para su estructura.
Mientras que el agua normal contiene poca cantidad de moléculas “de
formas platónicas” en un mar con agua sin formas la
proporción de agua en los cuerpos de las criaturas vivientes
se supone que se invierte. Si ellos absorben agua, primero han
de producir “los líquidos adecuados” a partir
ella. Los diferentes métodos de “energetización
del agua” ya presentados parecen facilitarlos por medio de
una “pre-estructuración” del agua. Los así llamados
coloides sirven como centros de cristalización para la geometría
superior del organismo. El cuerpo produce estas “núcleos” cargados
eléctricamente, de los minerales. Los minerales están
cubiertos de unas capas de sustancias orgánicas que atraen
al agua, tales como las gelatinas, albúminas, colágenos
y polisacáridos. Durante un cierto tiempo, esta capa evita
que los coloides se descarguen. Por ejemplo, tales coloides y el
agua estructurada por ellos se encuentran en las frutas y verduras
crudas, y son la causa del efecto positivo y saludable de ayunar
con frutas. Aún más estables son los coloides que
poseen una protección de polímeros (por ejemplo del ácido
graso orgánico puro). Exactamente, tales coloides son el
secreto del Agua Hunza, que se supone que es una de las principales
razones de que los miembros de esta tribu Himalaya a menudo alcancen
la edad bíblica de 120 a 140 años. Normalmente, tales
coloides se encuentran únicamente en las criaturas vivientes.
Pero el Agua Hunza fluye desde los glaciares sobre rocas especiales
que contienen grandes cantidades de madera petrificada. Desde aquí,
los ácidos grasos se liberan de la cobertura de los coloides.
Los mismos coloides están también presentes de forma
numerosa en el cuerpo humano. Poseen un papel central en el metabolismo
allí donde la fuerza de sus cargas electromagnéticas
es decisiva, tal y como el Dr. Flanagan descubrió. Los coloides
normales poseen carga eléctrica negativa de únicamente
unos milésimos de voltio. Por el contrario, la Versión
Hunza, encerrada por los ácidos grasos, posee una carga
negativa de 10 a 20 veces superior de 40 milivoltios. El así llamado
potencial Zeta de los coloides provee transporte de todo tipo en
el metabolismo. Gracias a su alta carga, atraen los nutrientes
y los llevan a las células u organizan una “limpieza
de la casa” atrayendo los residuos metabólicos y los
transportan a través de los fluidos del cuerpo. Por lo tanto,
se aseguran que las células reciban más energía
y que el cuerpo se vuelva más vital. Por lo menos de igual
importancia es una función adicional: A través de
una repulsión eléctrica los coloides impiden que
los componentes de los fluidos del cuerpo se “adhieran entre
sí”. Los médicos naturópatas y biólogos
suponen que, por ejemplo, la reducción de la capacidad de
fluir de la sangre (en el microscopio de campo oscuro se los ve
como un aglutinamiento de células sanguíneas rojas,
las así llamadas “formación rouleau” (en
rollo o pila de monedas) un motivo entre otros, de la presión
alta) surge de una carga Zeta baja. La influencia de coloides cargados
negativamente en la consistencia de la sangre podría ir
aún más lejos todavía: la movilidad vital
de los componentes fundamentales de la vida, de los gránulos
microscópicos de proteína *, está basada concretamente
en esa repulsión eléctrica negativa.
* En las enseñanzas microbiológicas
del Pleomorfismo como protites (profesor Enderlein) o somatides
(profesor Oswald) y en un artículo en el Esotera de 12/94
y 1/95 llamado como primal fungus nuclei.
Aquí, los investigadores ven una aparente
conexión directa con coloides mucho más pequeños.
El Premio Nobel en física, Wolfang Pauli, considera a los
coloides como, quizás, el vínculo más importante
entre el mundo orgánico e inorgánico. Para el pionero
de la Química coloide, Thomas Riddick, la importancia central
de las cargas del coloide, el potencial Zeta, es simplemente “una
ley básica de la naturaleza. El potencial Zeta posee un
papel decisivo en la vida. Es la fuerza que controla los muchos
billones de células”. Es muy importante que la carga
coloide no se destruya de forma prematura. Esto podría suceder
a través de un desequilibrio de los minerales del organismo
(mala nutrición), alteraciones hormonales, toxinas, ondas
electromagnéticas o radicales libres.
Es igualmente espectacular descubrir una función más
de los coloides en el cuerpo: el investigador Biofotónico
Dr. Fritz-Albert Popp encontró que la geometría del
agua estructurada por los coloides jugaba un papel importante en
la comunicación de la célula. Únicamente,
en tales estructuras de agua ordenada, las células podían
transportar, con la ayuda de una luz ordenada, denominada rayos
láser de luz ultra violeta, información de las moléculas
de ADN. El así llamado experimento de “fibra de agua” mostraba
claramente el gran efecto que las fuerzas internas eléctricas
diminutas del agua y sus diminutos coloides pueden desarrollar – prueba
de la existencia de un fenómeno aún inexplorado.
Una fina corriente de agua produce una sorprendente alta tensión
entre 15.000 y 20.000 voltios en su entorno. Únicamente,
puede ser recogida una muy pequeña corriente eléctrica
(de aproximadamente un miliamperio, 15 veces por segundo), pero
es suficiente para hacer que un fluorescente brille ligeramente.
El montaje experimental es muy simple: dos corrientes capilares
de agua, llamadas “fibras”, caen de dos chorros adyacentes
de 10 cm. en dos recipientes aislados, los cuales están
conectados a colectores. Si se las toca con un conductor, el tubo
fluorescente destella.
Aún más espectacular es otro fenómeno: poco
antes de llegar al recipiente, la corriente se divide y, en este
punto, a menudo, se observa un débil brillo azulado del
agua. Las gotas comienzan a moverse hacia la corriente contrariando
la fuerza gravitatoria, como movidas por magia. Se mueven espiralmente
hasta más de 10 cm. y, en parte, incluso 20 cm. más
hacia arriba. No está claro de si estos efectos son debidos
a campos electromagnéticos o a otras fuerzas.
Ya en 1892 el Premio Nobel Lenard describió el efecto “electrizante” de
la fibra de agua. En los años 30, el naturalista Víctor
Schauberger examinó esto más intensamente. En varias
ocasiones, demostró estos experimentos en el Instituto de
Higiene de Viena en 1950 y en 1951 en las Universidades Inglesas.
Un grupo sueco de investigación conducido por el ingeniero
eléctrico Olof Alexandersson repitió este experimento
con éxito en los años 60. Actualmente, varios investigadores
privados trabajan en esto. Otra peculiaridad de las características
eléctricas del agua investigada de esta manera son muy interesantes:
Según Schauberger, el nivel energético fluctúa
durante el transcurso del día y debería tener su
efecto más bajo a las 4 p.m. y su efecto más alto
a las 10 p.m. Una vez más, esto podría indicar una
posible influencia de constelaciones cósmicas –en
este caso, probablemente la influencia de la posición del
sol.
El Dr. Flanagan pudo probar la estrecha interacción entre
cargas eléctricas, estructuras geométricas del agua
y además una influencia no resuelta de factores cósmicos.
Por petición del investigador privado Alemán Oswald
Bartel, quien desarrolló junto con otro, un nuevo instrumento
para la así llamada “ionización por presión
de empuje *”, examinó las resonancias vibratorias
del agua destilada previamente ionizada con este nuevo procedimiento
(“relleno” y “geometrización” con
portadores de carga). Mostró varias resonancias electromagnéticas
con un punto focal entre los 7 y 10 Hertz. Ellas son las llamadas
Ondas de Schuhmann de la tierra, así como el área
de las ondas del cerebro humano (Ondas Alpha – y Theta).
La característica misteriosa de la fuente de la vida parece
surgir únicamente en una interacción compleja entre
la “carga” del agua (los coloides contenidos dentro
respectivamente), el fenómeno de resonancia (electromagnético
y cósmico) conectado y la formación de formas geométricas
complejas en la estructura del agua (como el octaedro o dodecaedro
y grupos espirales). De esta manera, al agua se la caracteriza
como disolvente universal, un reservorio y un medio de transporte,
no sólo en el organismo humano, sino en toda la tierra.
Llena el espacio de lo más profundo de las rocas hasta la
atmósfera más elevada. Es la memoria, la fuente y
el receptor de “información” hasta las más
elevadas “vibraciones” cósmicas de los planetas.
Por lo tanto, el mantener limpias nuestras aguas y recuperar los
remolinos en los cauces de los ríos se ha vuelto aún
más importante –sobre todo, si tomamos conciencia
de un hecho sumamente asombroso: El agua es el único líquido
natural que aparece en la superficie de nuestra tierra (no existe
otro donde el agua no esté contenida como disolvente). Generalmente,
puede ser equiparada con el medio líquido, subrayando su
rol como “mediador” entre lo sólido y lo gaseoso
(y lo sutil). La intensa investigación del agua conduce
a la profundidad del conocimiento esotérico, que todavía
no ha revelado todos sus secretos. Si al comienzo de esta serie
de artículos nuestro cuerpo fue comparado con un gran “charco
de agua”, ahora se lo puede comparar de una forma incluso
más significativa: el ser humano es un cristal líquido
vibrante, que está reformándose constantemente.
*El medio a ser ionizado dentro de una cápsula, se somete
a un ligero aumento de la presión, alternando tensiones
altas y bajas en el proceso de “ionización por presión
de empuje”. Así, por ejemplo, el oxígeno puede
ionizarse sin formarse ozono. Para propósitos médicos-terapéuticos,
este es el método simple más exacto para la “energetización” del
agua. Profesionales médicos informan de la asombrosa duración
de la desintoxicación.
El pentáculo del agua
Recientes investigaciones en el Instituto Químico
de la Universidad de California en Berkeley, EEUU, muestran asombrosos
paralelismos entre el último descubrimiento físico
sobre la estructura del agua y el conocimiento esotérico
antiguo sobre cuerpos platónicos y geometría sagrada.
Con la ayuda de un Láser Infrarrojo de amplio rango, un
grupo de seis investigadores (Cruzan, Braly, Lui, Brown, Loeser,
Saykally) han descubierto a través de investigaciones espectroscópicas
que tres, cuatro o cinco moléculas de agua no adquieren
ninguna forma espacial. En la mayoría de los casos, sin
embargo, forman planos regulares sorprendentemente uniformes. En
el agua por encima de los 25º predominan los planos pentagonales
(formadas por cinco moléculas). Cuando se unen 12 de estos
pentágonos, aparece el cuerpo regular de un dodecaedro.
Incluso más: Como los científicos han descubierto
también que se pueden unir muchos más planos, por
ejemplo 32, formando grandes “bolas” – las “buckyballs”.
De esta manera, se forman estructuras superiores y más estables.
Actualmente, existen transportadores de cargas firmemente integradas
y de movimiento libre entre las cinco moléculas que forman
un plano. De esta manera, es posible una corriente eléctrica
(similar a un semiconductor conocido en electrónica). Los
investigadores californianos del agua encontraron que estas cargas
libres de movimiento cambiaban regularmente con las que se encontraban
firmemente integradas; sin embargo, cambiaban su posición
constantemente. Saltaban de aquí para allá y surgía
una aparente rotación relativa a la vibración. Esta
es medible y muestra una resonancia más elevada (“efecto
túnel”) a ciertas frecuencias que a otras. Al mismo
tiempo, a estas resonancias se las considera como una explicación
provisional del efecto de las ondas electromagnéticas en
el ser humano y sus fluidos corporales.
La siguiente comparación con la geometría sagrada
es sorprendente: El pentáculo (Estrella de Cinco Puntas)
conecta los cinco ángulos con una línea recta, por
allí donde la línea salta sobre los siguientes ángulos.
Se supone que exactamente la misma figura puede formarse en los
cinco ángulos de la estructura del agua a través
del movimiento “de rotación” de los portadores
de carga tal y como se ha descrito con anterioridad. Si cuatro
moléculas de agua se unen en un plano, otra figura debería
aparecer. Las cargas cambiantes oscilan en una forma de lemniscato
similarmente a una hora. Hasta el momento, esto es especulación.
Falta la prueba científica y también bajo qué condición
la “energía del agua” gira en esa dirección.
El paralelismo, sin embargo, es sorprendente porque al pentáculo
y al leminscato se les ha considerado como “mediadores” simbólicos
entre las energías cósmicas y el mundo material.
Al mismo tiempo, el pentáculo, como un símbolo del
ser humano, es el símbolo de la conexión entre el
micro y el macrocosmos, entre la tierra y las esferas divinas.
De acuerdo a la ley hermética “Como es arriba, es
abajo” las cargas rotativas entre las moléculas del
agua ordenadas en planos parecen dirigir fuerzas electromagnéticas
(“sutiles”) en la materia (agua).
El secreto del Agua Hunza
Durante más de 20 años, el Dr. Patrick
Flanagan ha investigado la legendaria Agua Hunza. En ella descubrió coloides
con una elevada carga eléctrica protegidos contra descargas
tempranas por ácidos grasos (portadores de carga naturales,
que tienen importantes funciones en el metabolismo). Una investigación
más avanzada le condujo a un método especial de producción
de tales coloides. Hoy en día, el “Cristal de Energía” del
Agua de Hunza puede ser utilizado en gotas para vitalizar el agua
baja en minerales. Los coloides de Flanagan son producidos por
un método giratorio de 33 etapas. Primeramente, el Dr. Flanagan
produce reacciones electroquímicas mezclando soluciones
minerales especiales, en las que se forman los micro coloides.
La solución se acelera con un “amplificador de giro
tangencial” especialmente construido, manteniendo cierta
temperatura. En el centro de esta turbulencia, surge una elevada
carga eléctrica negativa, que carga también a los
coloides. Además, esta carga se incrementa a través
de un campo eléctrico externo. Entonces, se encierran los
coloides mediante ácidos orgánicos grasos, para evitar
su descarga. Si uno coloca unas pequeñas gotas de este líquido
en un vaso de agua, la tensión superficial se reducirá inmediatamente,
seguida de una elevada estructuración geométrica
del agua. El agua más adecuada para esto es la que es pobre
en minerales o, incluso, agua destilada por mediación del
vapor. Si uno bebe un litro y medio de esta agua al día,
el cuerpo se desintoxicará con un efecto duradero.
Para información acerca de las
fuentes de suministro contactar con el autor.
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Ulrich Arndt
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